¿Qué es un concurso de acreedores?

Cuando una empresa se encuentra en una situación de insolvencia debido a una reestructuración o liquidación de la misma, se activa un mecanismo llamado concurso de acreedores para garantizar el pago de las deudas.

Este mecanismo está supervisado judicialmente y es uno de los sistemas más populares que tienen las empresas cuando sufren una situación de crisis financiera.

El empresario deudor debe demostrar que el estado de insolvencia de su empresa es inminente o actual. Según indica el despacho de abogados economistas Leopoldo Pons, esta es una de las premisas más importantes para considerar el concurso de acreedores y está determinada por la Ley Concursal 22/2003 del 9 de julio del 2003, la cual describe que únicamente se someterán a concurso de acreedores aquellas empresas que “no pueden cumplir regularmente sus obligaciones exigibles”.

Fases del concurso de acreedores

Los concursos de acreedores tienen varias fases durante su proceso, en concreto podemos decir que tienen cuatro fases: fase común, fase de convenio, fase de liquidación y fase de calificación. A continuación explicamos cada una de las fases con más detalle.

Fase común

La fase común se divide a su vez en cuatro fases o pasos. En este estadio es cuando el empresario deudor declara la situación de insolvencia concursal.

En primer lugar, se solicita la declaración del concurso y un juez estudia dicha solicitud con detalle. El juez puede aplicar medidas cautelares según la gravedad del caso, previa resolución judicial.

En un segundo lugar, el juez tramita la resolución judicial que declarando el concurso de acreedores o, si no lo considera oportuno, tramita una desestimación de dicho concurso.

En caso de que se admita a trámite y se declare el concurso de acreedores, se debe determinar la masa activa que hay en la empresa. Una vez determinada, se clasifican los créditos o deudas que tiene la empresa.

Fase de convenio

Durante la fase de convenio, los empresarios o empresarias concursados alcanzan convenios con los acreedores. Estas proposiciones de convenio tienen el objetivo de liberar deudas y deben suponer la continuidad de la actividad de la empresa.

Las proposiciones de convenio son votadas en una junta de acreedores y más tarde deben ser aprobadas por el juez concursal, que es el encargado de vigilar todo el proceso.

Fase de liquidación

La liquidación concursal es una fase que consiste en la venta de los bienes de la empresa deudora con el fin de liberar la máxima deuda posible. Todos los activos de la empresa son subastadas o vendidas para recuperar el máximo de liquidez posible y pagar a los acreedores que no lograron un convenio.

Debemos resaltar que en fase de liquidación, el administrador concursal es el máximo responsable de administrar y gestionar los bienes y el deudor pierde todas las facultades para hacerlo.

Fase de calificación

La fase de calificación tiene el objetivo una revisión sobre el concurso de acreedores pudiendo calificarlo como fortuito o culpable. Se podría calificar como concurso culpable si hay pruebas de que el deudor exhibió conductas de mala fe o culpa grave.

Tipos de concursos de acreedores

Existen dos tipos de concursos de acreedores, los concursos voluntarios y los forzosos o necesarios.

Voluntarios

El responsable de la empresa es el que lo solicita al tener información de primera mano de la posible quiebra o crisis. Debemos destacar que su obligación hacerlo, pudiendo incurrir en multas o sanciones en caso no hacerlo.

Forzosos o necesarios

En este caso son los acreedores los que solicitan el concurso de acreedores, valorando la situación económica y las deudas. El juez puede aprobar o desestimar la solicitud concursal.

¿Cuánto dura un concurso de acreedores?

La duración de un concurso de acreedores no es algo fijo, ya que puede durar desde un mes a mas de cinco o seis años. Esta duración la determina el tipo de concurso y la complejidad de cada caso, así como la carga de trabajo en el Juzgado que lo tramita.