Aumenta la contratación de los seguros de alquiler

Uno de los mayores miedos y preocupaciones de los propietarios de viviendas es que sus inquilinos destrocen el piso o no paguen sus mensualidades. Pensándolo fríamente, la no retribución de la mensualidad por el arrendamiento de una propiedad es realmente un drama para el propietario, el cual debe afrontar todos los gastos de hipoteca, comunidad de vecinos, derramas, etc.

Sin embargo, en los últimos años ha aparecido un servicio que nos protege frente a estas situaciones: el seguro de alquiler. Situaciones que, por cierto, son cada vez más habituales dado el delicado momento económico por el que atraviesa nuestro país tras la pandemia del covid-19.

Un seguro de alquiler es un servicio fundamental para aquellos propietarios que deciden arrendar su vivienda u oficina. Según los últimos datos, el crecimiento en la contratación de un seguro de alquiler ha aumentado considerablemente.

Los propietarios no quieren dejar al azar este tipo de situaciones y buscan un posible respaldo por si las cosas no funcionan como deberían. Según los últimos estudios, los seguros de alquiler se suelen contratar en ciudades con un ratio de habitantes por metro cuadrado bastante altos.

Es decir, la mayoría de propietarios que contratan un seguro de alquiler lo hacen núcleos urbanos importantes de nuestro país como Madrid, Barcelona, Valencia o Andalucía.

Qué incluye un seguro de alquiler

Los seguros de alquiler son un servicio cada vez más demandado por el valor de la propiedad. Debemos tener en cuenta que un piso o una oficina es bien preciado el cual suele reportar un beneficio económico o social bastante alto a una familia, por lo que dejar el arrendamiento en manos del azar es casi un suicidio económico que muchos propietarios prefieren evitar.

Estos seguros protegen frente al vandalismo de los inquilinos o la morosidad, situaciones que se producen con más frecuencia de las que debería. Además de la morosidad, que es el principal problema que puede surgir con un inquilino, las pólizas cuentan con extensiones o ampliaciones que nos permiten aumentar las coberturas en caso de daños al inmueble.

La cobertura jurídica es una de las principales defensas que tiene el propietario frente a cualquier situación que surja con el contrato de arrendamiento. Con esta cobertura el propietario se ahorra los gastos de un abogado o abogada en caso de tener que presentar una demanda contra el inquilino en cuestión.

El seguro de alquiler, además, nos ofrece la posibilidad de contar con un servicio de limpieza para algunas situaciones que suelen darse como la gestión de suministros o el cambio de inquilinos. Este servicio es muy útil y práctico y nos permite ahorrar tiempo y acelerar los cambios.

En resumen, el seguro de alquiler es la herramienta más efectiva de los propietarios para luchar contra la morosidad y los actos vandálicos que puedan causar los inquilinos.