«—Pues a mí me ha encantado Garrigues, tía. —Sí, tía, ofrecen un montón de prácticas. —¡Es importantísimo hacer prácticas ya! —Sí, ¿nos apuntamos juntas?», comentan dos ilusionadas estudiantes de Derecho al término de la primera mesa redonda del Maratón Jurídico organizado ayer por el Servicio de Orientación y Planificación Profesional de la Universidad Carlos III (en Getafe, Madrid).
A lo largo de la mañana, siete despachos y tres de las firmas de servicios profesionales conocidas como Big Four se acercaron a la facultad a aconsejar, eliminar miedos (en algunos casos el efecto fue el contrario) y aclarar dudas de los aspirantes a la abogacía. Una iniciativa más que necesaria para esta «generación piloto», tal y como la denominó al inicio de su intervención Juan San Andrés, director de Recursos Humanos del despacho Gómez-Acebo & Pombo. «Se trata de la homologación con el resto de Europa, y os ha tocado a vosotros».
Este maratón aborda las dos primeras mesas redondas, ambas muy centradas en el proceso de selección de candidatos por parte de los bufetes. Un proceso que, valga la comparación, recuerda bastante al del Colegio de Magia y Hechicería Hogwarts, escenario en el que el famoso personaje literario Harry Potter adquiere todos sus conocimientos.
Las cuatro opciones más famosas: despachos reputados
El futuro abogado pertenecerá a una de las cuatro casas existentes (algo así como hermandades). En parte el aspirante es elegido. Pero también en parte él es quien elige. Los miembros de cada una de las casas son brillantes en algún campo específico y su vida, inevitablemente, queda asociada a los valores de su casa.
Ayer había en la Carlos III más de dos centenares de aspirantes. El éxito de asistencia fue tal que, entre la intervención de los representantes de Garrigues y Pérez-Llorca, y la comparecencia de Gómez-Acebo & Pombo y Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, la concurrencia tuvo que cambiar de sala y trasladarse en masa al aula magna.
De camino, escuchamos a dos proyectos de abogado quejándose por la Ley de Acceso. «—Me parece que está todo fatal hecho. —Yo estoy que trino. —Aunque luego, al final, te colocan, porque esta gente lo necesita».
Están todos exaltados. Las dudas los mantienen tensos. «—¿Qué te está pareciendo? —Más de lo de siempre. No soporto el eufemismo de: ‘tenéis que tener un 8’. (Risas nerviosas). —Ya ves, yo no sé con qué rellenar mi currículo. ¿Hasta qué punto es positivo poner que he trabajado en Zara o en una cafetería de Londres?».
No nos gusta lo de ‘junior’
María José Sánchez, de Garrigues, es la encargada de abrir la sesión. Da datos importantes. «Muchos de vosotros sois de fuera de Madrid y querréis volver a casa. Seréis súper bien recibidos en nuestras oficinas de otras ciudades. Tened claro que las posibilidades de llegar a ser socio son las mismas que en la oficina de Madrid», aclara. «Empezaréis como juniors, palabra que no nos gusta y que seguramente cambiemos».
Una de las responsables de Pérez-Llorca, explica en su turno que «lo que se estudia no es lo mismo después, en la práctica. Si alguno de vosotros tiene clarísimo que quiere Fiscal, adelante, pero nosotros os haremos rotar por tres áreas para que lo comprobéis».
Juan San Andrés, de Gómez-Acebo, remueve a los chavales en sus asientos. «El proceso va a cambiar radicalmente con la nueva ley. Nosotros queremos intensificar muchísimo el número de gente en prácticas porque ahí es donde podremos hacer la verdadera selección». En el turno de preguntas, añade: «Es casi una bendición. En todas partes se hace lo mismo: en el breve proceso de selección las empresas muestran su mejor cara. Ahora este proceso quedará desplazado por las prácticas y eso os va a permitir conocernos de verdad».
Pérez-Llorca: candidatos que rotan por tres áreas
Constanza Vergara, directora de RRHH de la firma, dice que la intención del despacho es pasar de los 90 abogados actuales a unos 150-200. Buscan expedientes «sólidos» y alumnos que hayan aprobado curso por año. Primero se pasa una prueba escrita (traducción español-inglés incluida) de dos horas, después la entrevista con RRHH y más tarde con uno o dos socios. De los 1.500 candidatos que se presentan al año, hilan tan fino que se quedan con 10 ó 15. El grueso de las incorporaciones es en septiembre. Sus candidatos rotan por tres áreas y no buscan ‘ultraespecialización’.
Garrigues: una prueba que no es tan difícil como cuentan
La responsable de RRHH, explica el proceso: «Primero hay una dinámica de grupo, que incluye redacción de algún tema de actualidad y un pequeño debate. Después un psicotécnico numérico y de figuras. Más tarde, una prueba técnica con preguntas de todas las áreas de práctica». Aquí se detiene un segundo: «A veces hay preguntas que aún no habéis estudiado. No os preocupéis». A lo anterior se suma una prueba en inglés tipo test y las entrevistas con RRHH y algún socio. «No seáis vosotros los que os digáis el ‘no’. Sed proactivos», recomienda Isabel, una jovencísima fiscalista de Garrigues.
Gómez-Acebo & Pombo: en busca de gente que esté interesada por la vida
Juan San Andrés aclara que la diferencia de este despacho es que tiene que afinar más en la selección. «Todos buscamos lo mismo, pero hay despachos en los que el número de personas que se quedan después de las prácticas es mucho más alto que en otros, como es nuestro caso». ¿Qué buscan? «Gente que esté interesada por la vida, que sepa relacionarse, que sepa dónde quiere ir». Recomienda a los jóvenes «sentarse con un socio y decirle cuál es su plan». Gómez-Acebo acogerá unas 35 personas en verano y 17 ó 20 en prácticas largas. Al final, se quedarán entre 12 y 15 licenciados este año.
Cuatrecasas: a la caza de los auténticos locos del Derecho
La directora de RRHH de Cuatrecasas, busca expedientes a partir del 7 y buen nivel de inglés (tanto para las prácticas como para la incorporación al despacho). En Cuatrecasas hay pruebas jurídicas, de inglés, de redacción en castellano, entrevista con RRHH, entrevista con el Comité de Incorporaciones (suena más grave de lo que es, los socios no se comen a nadie) y entrevista con el socio del área. «Buscamos personas que se adapten a la firma y a sus valores, que sepan desenvolverse, que sean apasionados del Derecho». No contemplan (tampoco el resto) subvencionar el máster de Acceso.