La publicidad clásica sigue atrayendo a los consumidores

En plena época navideña, nos vemos influenciados por numerosos anuncios navideños o campañas de publicidad que intentan llamar nuestra atención para adquirir productos y servicios con el claro objetivo de regalar a nuestros seres queridos.

Dentro del mundo de la publicidad, encontramos varios canales de comunicación que nos ayudan a difundir nuestros productos o nuestros artículos. El publicista o encargado de marketing debe conocer todos los canales apropiados para que la venta pueda producirse de una forma fácil y rápida y con una inversión relativamente pequeña.

A veces, la inversión en publicidad es la que sostiene la empresa entera aunque no de la forma que pensamos. Es habitual que muchas empresas destinen sus recursos a los medios digitales dada la gran afluencia que tienen en la actualidad. Los medios digitales se han convertido en el canal de venta perfecto dado su nivel de practicidad gracias a la compra online, por lo que cada vez es más habitual que las empresas destinen recursos a sus campañas de publicidad online en detrimento de la publicidad más clásica.

Sin embargo, la eficiencia de los productos o regalos promocionales personalizados de empresa suele mucho más fuerte ya que es algo que indirectamente vemos a diario. Si todos los días vemos algo, lo más normal es que acabemos por memorizarlo o por lo menos recordarlo. Este branding o refuerzo de la imagen de marca es muy efectivo a largo plazo por lo que las empresas siguen apostando por este tipo de campañas publicitarias a pesar del fuerte apogeo de las campañas digitales.

Campañas de publicidad offline

La publicidad clásica o el marketing offline sigue siendo una de las mejores alternativas para potenciar las ventas de productos y servicios. Las campañas de publicidad mediante vallas publicitarias, regalos promocionales o impresión de folletos cala más fuerte en la mente del consumidor.

Si comparamos estas campañas con elementos digitales como banners o anuncios de display, veremos cómo el grado de reacción y calado del consumidor es más fuerte con los métodos de publicidad más clásicos. La mente de un consumidor digital está más acostumbrada a visualizar anuncios en redes sociales, vídeos o banners que aparecen en determinadas plataformas y acaba por obviarlos.

Es evidente que, si tenemos una empresa, no podemos renunciar al marketing digital porque sería una locura no aparecer en redes sociales o no tener página web. Pero tampoco debemos desprendernos de las campañas de publicidad más convencionales porque, a menudo, son las que mejores resultados brindan, sobre todo si hablamos a medio y largo plazo.