El Coworking ya había experimentado un importante auge antes de la pandemia del coronavirus por el número de beneficios que ofrece, tanto a empresarios como a emprendedores. Sin embargo, este sector vuelve a vivir su mejor momento, teniendo en cuenta las dificultades de muchas empresas para sobrevivir a raíz de esta crisis sanitaria. Sin duda alguna, el ahorro y flexibilidad son aspectos de gran relevancia para los negocios.
La COVID-19 supone un punto de inflexión para optar por el alquiler flexible de oficinas o espacios de trabajo. Entre los años 2019 y 2002, según el informe de Coworking Spain, había 2300 espacios de coworking en nuestro país, aproximadamente, aunque solo unos 1200 habían tenido algún tipo de actividad durante el 2020 y 2021. Un año antes de la pandemia, este sector ya contaba con un total de 28 000 puestos fijos y unos 13 000 flexibles, lo que suponía un aumento del 7 % respecto al año anterior.
El coworking, la mejor alternativa para el abaratar los costes empresariales
La economía española, al igual que el resto del mundo, sufre un importante impacto económico como consecuencia de esta pandemia. Un gran número de empresarios se ha visto obligado a cesar su actividad o hacer cambios en sus negocios para poder salir a flote. Entre ellos se encuentran la reducción de personal, el teletrabajo, implantar el e-commerce para reducir gastos etc., son algunas de las medidas que han tenido que adoptar.
Sin embargo, esta crisis también ha servido para cambiar la mentalidad empresarial, estudiar nuevas oportunidades y buscar otras fórmulas que permitan abaratar los costes. Por un lado, se ha observado la importancia de la tecnología y la transformación digital para ser más competitivos, por otra parte, el coworking se traduce en una de las opciones más rentables para conseguir estos objetivos.
Actualmente, el precio medio de uno de un puesto de trabajo en estos espacios ronda los 157 euros al mes, aunque en las ciudades principales, como Madrid y Barcelona, puede superar los 200 euros. No obstante, este precio es orientativo y dependerá de la localización geográfica y el tipo de servicios contratados. Además, una de las grandes ventajas es la posibilidad de contar con salas de reuniones para recibir a clientes o proveedores y garantizar una buena imagen.
Aunque, en un principio, el coworking se asocia a la imagen del trabajador autónomo o la figura del freelance; en estos momentos, un gran número de empresas con plantillas de entre 25 a 100 empleados también lo emplean. Incluso, puede considerarse una alternativa ideal para aquellas compañías que tengan delegaciones o equipos comerciales repartidos en diferentes ciudades de España.
Está claro, que estos espacios de trabajo flexible son de gran ayuda para minimizar los riesgos de la empresa. En la mayoría de los casos, los contratos son de carácter mensual, por lo tanto, se pueden rescindir si ocurriese algún contratiempo de última hora.
En definitiva, a partir del 2021, las tendencias del teletrabajo y el coworking conviven en una nueva realidad empresarial, donde la flexibilidad y abaratar los costes son fundamentales. El objetivo es poder sobrevivir y ser más competitivos en un entorno económico crítico, vulnerable y lleno de incertidumbre.